
Dentro del ámbito de la Educación Especial, encontramos un gran abanico de personas a las que se presta atención, desde personas con discapacidad motórica, intelectual o sensorial (personas ciegas y sordas, hasta niños con sobredotación, pasando por niños con dificultades en un área determinada, aunque ésta afecte, de alguna manera, a otra, y alumnos que precisan determinadas adaptaciones en el contexto de la enseñanza.
Existen unos profesionales que son los que directamente trabajan con este colectivo, que son los Maestros de Educación Especial. Sin embargo, hay gran cantidad de profesionales que aportan especificidad y concreción a la labor de éstos, tales como los AL, de audición y lenguaje, los psicólogos, pedagogos y orientadores, y los maestros tutores de cada clase, con los cuales la labor del Maestro de Educación Especial tiene que ser paralela, de tal forma que se logre introducir en el aula la labor de éste maestro de manera tan normalizada que los alumnos lo perciban como algo natural, dejando a un lado la idea de que el Maestro de Educación Especial sólo ayuda al niño con NEE y dando lugar a un apoyo también extrapolado al colectivo del aula, sin olvidar por supuesto las NEE del alumno en cuestión. Es por esto que el proceso de Enseñanza Aprendizaje que se va a iniciar tiene que estar tan analizado tanto por el Mestro de Educación Especial como por el Maestro Tutor, que han de llegar a una línea común de intervención en aula, pues será la herramienta principal para conseguir los mejores objetivos posible.
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